La única lluvia que queremos los cofrades son los pétalos de las flores que se regalan a la Madre de Dios..
Y esque una petalá en un regreso cualquiera es un maravilloso punto y final para el público de a pie, pero ¿y para que el que tiene el honor de lanzar esas flores?.
Asomémonos a las ventanas del Polvorín onubense y nos pongámonos en la piel de los vecinos , quienes se unen al regreso de su Señora coronada, la Reina de la Victoria, para regalarle una verdadera cortina de flores cada Miércoles Santo.
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