Tú has sido el primero durante muchos años. Eres quien nos ha cobijado bajo la sombra de su palmera de Domingo de Ramos, y junto a quien hemos caminado por las calles de Motril a lomos de tu borriquita, siempre dejándonos grandes recuerdos grabados a fuego en lo más hondo de nuestra memoria.
Ahora tenemos que despedirnos, pero siempre nos sentiremos cerca de Tí, Señor, nuestro Señor.
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