Noche cerrada en el barrio, en las aceras ya no cabe un alfiler y el Señor ya se ha despedído entre los sones de la marcha real.
Al fondo de la calle se ven los ciriales. Suena el martillo, una levantá, redoble de tambor .
Y entonces llega Ella, con toda su candelería encendida, con gesto cansado, pero más guapa que nunca.
Toque de platillos, comienza la marcha. La Señora avanza entre un gentío que con el corazón encogido la mira sin apenas pestañear, comienzan a caer pétalos del cielo.
"Dios te salve María, llena eres de gracia..." son esos corazones los que cantan, bajo el capillo, en la acera o en los balcones.Todo el mundo quiere rezarle a la Virgen , todo se vuelve a consumar un año más...
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