El 15 de junio tenía lugar en Jaén su "Fides Sancti Regni", un vía crucis magno con motivo del año de la Fé.
Era algo extraordinario, el día entero en sí lo era. Pero ni el contemplar al Santísimo Cristo de la Humildad con cornetas y tambores era tan extraordinario como el hecho de que sería la última vez que procesionase sin que le estuviera esperando su Bendita Madre en el interior del templo de Cristo Rey.
Ahora ya eso es historia y Jaén por fín puede disfrutar de la Madre de Dios gracias a la hermandad del Silencio.
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