Cuando se es cofrade puede ocurrir que haya tiempos que nos sintamos inmersos en una pseudocuaresma, plagada de actos y emociones cada fin de semana. Pues eso me ocurre en octubre desde hace ya tres años..
Mi octubre ha pasado de ser un mes exclusivo de Amor y Entrega , a repartirse entre las cuentas de unos Rosarios y los borreguitos de una Divina Pastora...y esque cuando hay devoción ,no se puede pedir más.
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